1994. Un día en la noche, me desperté con ideas locas. Tenía en mi cabeza pensamientos que no entendía, pero eran interesantes.
Así que me levanté y apunté lo que pensaba en una libreta.
Ese fué el inicio de una larga lista de ideas y pensamientos que empecé a apuntar en esa misma libreta y que poco a poco se fué convirtiendo en mi libreta de “piensos”.
Cuando entré a la prepa, un día mis amigos leyeron mis piensos y les llamaron la atención. Esa atención fue suficiente para que durante años llenara libreta de pensamientos incoherentes disfrazados de metáfora.