Siéntete afortunado y agradecido si tienes familia y amigos, una vivienda, agua potable, comida, un trabajo, algo de dinero, salud, seguridad, un día libre. No es lo normal, hay muchos humanos que no tienen nada de esto. Si tienes un dispositivo e internet para leer esto, eres más rico de lo que han sido la mayoría de los humanos a lo largo de la historia.
Dar gracias es una expresión existencial, te conecta con el universo, o con Dios, o con la naturaleza, con otras personas, con quien tú quieras.
Estar agradecido es como un trampolín que te abre las puertas y la conciencia a nuevas experiencias y reafirma o refuerza la atracción de lo que quieres.
Cuando das gracias, estás identificando claramente todo lo que estás recibiendo, ya sea por suerte o por esfuerzo.
Cuando agradeces, recuerdas el refuerzo obtenido, confirmas que lo que quieres se puede conseguir y te estimula a continuar esforzándote, deseando, planeando y trabajando en tus objetivos.
Agradecer re-enfoca pensamientos engañosos de tu mente, pesimismo, ideas equivocadas, aprendizajes erróneos.
Cuántas veces dices “gracias a esto, logramos el otro”, o “he logrado esto, gracias a que…”
¡Hay tanto por qué dar gracias!
Gracias a personas, libros, ejercicios, dietas, eventos, situaciones, ideas, viajes, errores… Gracias porque cada una de esas oportunidades, experiencias y personas me ha ayudado a lograr lo que he querido.