Mi primer recuerdo es de cuando tenia aproximadamente 2 años de edad. Estaba internado en un hospital militar en Ensenada por una enfermedad gastrointestinal porque me gustaba comer cochinillas y lavarme la cara con agua del excusado.
Un dia todo eso me hizo daño. Desde niño aprendí que los excesos tienen sus costos.
Así que estaba en una cama de hospital y recuerdo que me estaban conectando algo asi como una aguja intravenosa para el suero y tenia adjunto un avioncito que me llamaba la atención. A un lado había una ventana y ahí estaban mis padres mirandome y haciendo señas.
La enfermera que me atendia era blanca con cabello negro. Me gustó. Me llevó un trozo de pastel de chocolate y gelatina. Se ganó mi corazón.
Desde entonces siento una atracción inevitable hacia mujeres blancas de cabello negro, que me consienten vestidas de enfermeras.