La Importancia de Distinguir Hechos de Opiniones
Toda la información que encontramos proviene de otros.
Libros, páginas web, historias, memes, todo son ideas de otras personas. Todo lo que ha sido inventado es fruto de las ideas de otras personas.
Incluso hoy en día, miles de nuevos contenidos están siendo generados por Inteligencia Artificial, basada en otros contenidos e ideas que quizá no son confiables.
Pero hay buenas y malas ideas, y hoy en día la difusión de ideas equivocadas es fácil gracias a Internet. Por eso, no debes creer todo lo que lees. Es válido ser escéptico.
Mucha información es solo un conjunto de opiniones. Por ejemplo, frases motivacionales, noticias disfrazadas de opiniones y artículos publicitarios que aparentan ser datos.
Es importante cuestionar y dudar de la información que recibes. No creas todo lo que te dicen, ni lo que lees, ni lo que afirman las noticias o los libros de historia.
Es vital aprender a diferenciar entre hechos y opiniones. Solo la ciencia es comprobable, pero incluso así a veces nos equivocamos o hay nuevos descubrimientos que nos obligan a actualizar lo que creíamos que era verdad.
Somos una colección de ideas, opiniones y creencias
Muchas creencias que tenemos provienen de nuestra infancia, cuando nos creíamos todo sin cuestionamiento.
Muchas creencias aprendidas de niños son falsas y nos conducen por la vida equivocados. Muchos de nuestros problemas son resultado de creencias falsas.
Nuestras relaciones con el mundo, con otras personas y con nosotros mismos, pueden estar basadas en suposiciones y conclusiones erróneas.
Cuando nos damos cuenta de esto, podemos volver a cuestionar todo y descartar lo que no nos sirve.
Por eso es importante evaluar la nueva información y distinguir entre hechos comprobables, opiniones y simplemente ideas.
Tomamos Decisiones Basados en Datos Obsoletos
Todo esto aplica también a nivel personal, para uno mismo.
Conforme nuevos descubrimientos van surgiendo, la antigua información se va volviendo obsoleta.
Si algo no encaja bien, ahí tienes una señal de que hay algo que cuestionar. Quizás tienes creencias o ideas falsas o que ya son obsoletas.
En el momento en que empiezas a cuestionar tus creencias y suposiciones, abres tu mente a nuevas posibilidades.
No pares de explorar. Lo único seguro es que todo va a cambiar.
Hay que estar abiertos a nuevas ideas, porque las que tenemos se están volviendo obsoletas a una velocidad impresionante.
De esta manera, podemos formar una visión más clara y precisa de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, y vivir una vida más libre de estrés y problemas innecesarios.
¡Aprendamos a cuestionar y verificar antes de aceptar!