Según cuentan mis padres, el dia de mi nacimiento llovió muy fuerte en Tijuana.
Tras varios dias de tormentas, la presa Abelardo L. Rodriguez llegó a su máxima capacidad. Cuando trataron de abrir las compuertas se encontraron con que estaban descompuestas y que no abrían.
El agua empezó a desbordarse por encima de la cortina.
Entonces intervino el ejercito.
Un equipo de soldados volaron las compuertas y el agua pudo salir.
Esa noche la Zona Rio fue destruida. Cientas de casas y edificios fueron inundados.
En la carretera a Playas se habian deslavado los cerros y no habia paso.
En medio del caos, mis padres lograron llegar a un hospital en la Zona Centro de Tijuana donde nací a las 3 de la mañana.
Cada cumpleaños de mi vida, mis padres han contado esta historia.
Desde entonces me gustan mucho los dias nublados y lluviosos.
Yo tenia trece de edad y es informacion que siempre he querido vuscar, simplemente el porque tuvimos que fundar la mesa de Otay.